Los perros son facilitadores sociales, se vinculan mucho más rápido con las niñas y niños, en comparación a un adulto.
A través de la interacción con perros se pueden desarrollar la expresión, comprensión y manejo de las emociones.
A los perros no les importa si te equivocas, ellos siempre actúan igual. Esto permite que niñas y niños se atrevan a cometer errores.
A través de diversas dinámicas se trabaja la resolución de problemas, el desarrollo de la memoria e imaginación.
Muchos estudios avalan la disminución del bullying cuando quienes lo ocasionan interactuando con perros.
Se ha logodo determinar que el solo hecho de estar en contacto con un perro disminuye la presión arterial, haciendo que la persona se relaje.
Por medio de labores cotidianas de higiene y autocuidado se les enseña a cuidar de un otro, de manera metódica y constante.
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